correr con un perro muy de tu confianza o llevarlo suelto por algunas zonas, ya que la primera parte de la ruta tiene tramos que hay que pasar andando dado el riesgo que entraña. La segunda parte de la ruta se realiza por pista ancha que no supone ningún riesgo, lo único es que es bastante pedregosa y algunos perros podrían necesitar botitas.
Comenzamos por un pequeño sendero que sale desde el desvío de la población de Yésero con un cartel indicativo que anuncia la Ruta de Plana Fabar. Esta senda, de unos 5 kilómetros , es algo pedregosa al principio para internarse luego en un bosque de boj, pinos y hayas donde el suelo es blando y mullido para comodidad de nuestros perrotes. Llegaremos a un cruce con señalización donde tomaremos el camino de la izquierda donde cruzaremos el río en el que nuestros perros se pueden refrescar. Este río lo cruzaremos en varias ocasiones ofreciendo la visión de lugares idílicos en medio de la espesura.
Al llegar a la pista giraremos a la izquierda dejando la pared de la Sierra Tendeñera a la derecha y volveremos serpenteando cómodamente en bajada hasta el parking de la ermita de San Bartolomé donde finaliza nuestra aventura de alrededor de 14 kilómetros .
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